lunes, 29 de julio de 2013

Argumentos Razonables


No, nunca dejaría que tu mirada se cruzara con la mía.
Ni siquiera que tus pupilas absorban el alma mía.

No, nunca permitiría!
Que tus ojos de montaña, como resplandecientes soles
Se fijaran como espejos en mis cabellos negros.

Jamás permitiría que me mires mis ojos, ni a mi boca
Y que esos fijos ojos se posaran en mi cintura,
O en mis pechos...

No, no dejaría
Penetrar en mi olfato el perfume tuyo cuando te acercas
No permitiría que mi corazón se agite al sentir el sabor
de tu aliento aun sin tocar la boca mía.

¡No te acerques!
¿Acaso no has escuchado lo razonable de mis argumentos?
No, no me beses...
¡Aaaaaaaaaaaaaaah!...